Esto es un artículo de la Voz de Galicia de Febrero de este año. La nueva delegada se llama Maite Flores Arias y razón no le falta a Celso, estamos casi en Agosto y todo sigue igual.....un año más....
Las comunidades han dado un paso más para unificar las fechas de llamamientos mientras Galicia y los decanos piden un listado único para todas las universidades
14 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.
«Hemos dado un pasito más». Maite Flores Arias, delegada del rector de la USC en la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG), define así los avances que han dado las comunidades para evitar el trastorno que todos los años viven las universidades gallegas, sobre todo la de Santiago, para admitir al alumnado de Medicina y de otras carreras sanitarias. Lo que ocurre es que cada autonomía cuenta con unos criterios de selección y llamamiento, y como se trata de un grado muy demandado, los estudiantes piden plaza en numerosos centros de toda España y cuando son admitidos en el que querían en primera opción anulan su plaza en otros, provocando una cascada de cancelaciones y llamamientos.
Lo que quiere la Xunta de Galicia, la CIUG, la USC y los decanos de Medicina de toda España es que haya un listado único para todas las universidades públicas. Y a partir de ahí, en función de la nota, que cada alumno elija plaza en donde quiera. «Desde la CIUG apoyamos esta petición y estamos convencidos de que simplificaría muchísimo el trabajo, pero hay comunidades que lo interpretan como una reducción de competencias», lamenta Flores.
Mientras no se toma esta decisión, la CIUG y los organismos análogos de las otras comunidades están haciendo lo posible por mejorar el sistema de admisión. Tras una reciente reunión han acordado, «al menos intentar unificar estos llamamientos», es decir, que cuando un alumno está en lista de espera para entrar en Medicina sepa al mismo tiempo si entra o no en las facultades en las que ha solicitado plaza, «para que en caso de que quiera ir a otra comunidad no se matricule en Galicia aunque hagamos el llamamiento, preferimos eso a que se matricule y después renuncie, ya que se trata de un proceso más tedioso para todos», apunta la representante de la CIUG y catedrática de la Universidade de Santiago.
Aunque parece un problema baladí, el acceso a Medicina supone un trastorno para las universidades porque hace efecto cascada en el resto de grados sanitarios como Odontología, Enfermería, Farmacia, Veterinaria o incluso Nutrición y Dietética. Al producirse tantas renuncias los responsables universitarios deben seguir llamando a los alumnos en lista de espera hasta que no queden vacantes —así lo establece la ley— y las últimas convocatorias se hacen a mediados de octubre, «teniendo en cuenta que las clases empiezan en septiembre, un alumno ya ha perdido mes y pico y le cuesta mucho enganchar», explica Maite, un problema que se suma a la organización de los grupos prácticas «que tienen un número reducido de alumnos y después deben reorganizarse», señala la delegada de la USC en la Comisión Interuniversitaria.
Sin cambios a nivel normativo
Casi todas las universidades públicas con facultades de Medicina han aceptado que las fechas de los llamamientos —en Galicia hay nueve plazos oficiales— coincidan, aunque no son el cien por cien, «están casi todas, a excepción de dos o tres que tenían que acabar de cerrarlo con sus equipos rectorales, pero el resto sí», apunta Flores. A nivel normativo, sin embargo, no ha habido ningún cambio. El propio Defensor del Pueblo realizó hace años un informe poniendo de manifiesto la distorsión que esto supone para facultades y alumnos —que empezado el curso no saben en qué universidad van a estudiar— pero el Gobierno no adoptó ninguna medida.
Celso Rodríguez, asesor de la CIUG y gran conocedor de esta problemática al ser el delegado de la USC hasta hace unos meses, coincide con Maite Flores y asegura que a nivel reglamentario, «o acceso non cambiou nada, vai pasar o mesmo que todos os anos». En la última norma a nivel estatal se regularon las pruebas de acceso a la universidad, mientras un proyecto de real decreto que ahora mismo está paralizado ahonda en el acceso de los alumnos de fuera de la UE, estableciendo una prueba específica, «pero non se prevé que vaia saír de momento», concluye.
Un 13 de nota media para entrar en esta carrera
Según los datos del Ministerio de Universidades hay unas 6.600 plazas de Medicina en las universidades públicas, a las que se suman otras 1.700 en entidades privadas. Aún así es tal la demanda que la nota de corte mínima para entrar ronda el 13 de media de ABAU y bachillerato, si no lo supera. En el último curso ha habido una bajada general en estas calificaciones pero hay facultades que siguen estando por encima del 13,3 (Sevilla). El foro casiMedicos publica los datos de este curso y las medias oscilan entre ese 13,354 de Sevilla y el 12,048 de la Universidad de Vic (Barcelona). Sí es cierto que mientras instituciones como Santiago dan a conocer los datos del último matriculado en todos los llamamientos —en el sexto plazo consiguió entrar un estudiante con un 12,853—, en otras solo se publica hasta el segundo, por lo que puede que tras alguna renuncia se matricule un alumno con menos nota.