Lo de Andalucía es impresionante. Cierran la puerta, y que no llamen. Ni decretos ni normativas, eso es lo que hay. Creo que es el único distrito al que le dio igual la lluvia de reclamaciones. Habiendo un mensaje programado para contestar….asunto resuelto. Volverán a quedar vacantes, pero…no pasa nada, no recaen responsabilidades sobre nadie en concreto, sino sobre una maraña impersonal donde todo se diluye. A los datos del curso pasado me remito. Qué importa que falten sanitarios y los dramas familiares detrás de esas esperas. Un sistema que cierra en agosto, justo cuando se deciden futuros y se barajan ciudades, pisos y residencias se define por sí mismo. Somos números. Y los números no tienen caras. Ni sentimientos.