Pues yo la verdad sólo puse Santiago (por motivos laborales) y Medicina, aunque bueno, mi caso es diferente porque está claro que Medicina es lo que me ha movido a plantearme el volver a la Universidad y sería incoherente poner alguna otra opción, salvo quizá alguna otra de la rama sanitaria, pero bueno, creo que llegados al punto en el que estoy, creo que bien vale la pena esperar un año o dos más planificando cómo entrar en caso de que éste no haya suerte, mi objetivo es medicina y no me quiero desviar.
Cuando hice la elección de Física a los 18, estaba más dudoso, y aunque sabía que probablemente entraría (tenía una nota de corte muy baja -5 y poquito-), no podía evitar rellenar la tarjeta con química, biología y de hecho estuve dudando un poco si poner química antes que física, al final puse física, tal era mi indecisión!)
Yo creo que hay que tener mucha sangre fría para ser capaz de poner de opción sólo medicina teniendo 18 años y corriendo el riesgo de que te toque "año sabático" :sad: , yo lo admiro, y la verdad, yo a esa edad no habría sido capaz de hacerlo (en caso de haberme decantado por Medicina, que no lo hice), ahora sí que sería capaz de poner una sola opción pero porque ya estoy trabajando y es diferente y también relativizo un poco más el tiempo, pero a esa edad me importaba mucho no perder un segundo y de tanto querer correr perdía un poco la visión de conjunto, qué tonto! Pero bueno, al final he aprendido.
Decían en un hilo por ahí algo así como que en las carreras desde que empiezas a estudiar hasta que empiezas a trabajar pasa "más o menos" el mismo tiempo en casi todas y que por tanto debes centrarte en lo que DE VERDAD te gustaría hacer, a mí con física me pasó algo así: la carrera la hice rápido (en mi promoción física duraba cuatro años), pero desde que la acabé hasta que conseguí un trabajo "decente" relacionado con lo que había estudiado pasaron unos cuantos años (lo conseguí hace dos años), así que una vez visto cómo pasaban algunos años "en blanco" de mi vida cuando salí de la facultad sin que pudiera hacer nada por evitarlo, unas cuantas veces le he dado vueltas a esas ocasiones en que tuve que decidir una cosa u otra (como cuando elegí la carrera) y lo agobiado por el tiempo que me veía y que quizá hubiera sido más fructífero darme un tiempo para pensarlo mejor.