Re: [ PARTICIPA ] Sorteamos 10 lotes de libros para Resident
Completé mis estudios de Medicina en junio de 2012. Quince días después comencé la preparación del examen Mir 2012/2013. Para mí fueron 7 meses muy duros: apenas me había repuesto del esfuerzo que requiere terminar una carrera como Medicina a curso por año, cuando ya tenía delante de mí una prueba aún más difícil. Los días parecían no pasar, no notaba avances en los simulacros de la academia, no tenía nada claro la especialidad que quería hacer....Por estas y otras razones, como no podía ser de otra forma, no hice un gran examen. Obtuve el puesto 4770. En los últimos dos meses había aclarado mis ideas y lo tenía claro: quería ser cirujano. Sabía de sobra que con este número era imposible, por lo que fueron unos días difíciles. Sentía rabia por no haberlo hecho todo lo bien que podía, sentía vergüenza por haber decepcionado a todos los que me apoyaban, sentía una desolación enorme pensando en las escasas oportunidades que ese puesto me proporcionaba.
Así que la decisión, aunque salomónica, fue tremendamente fácil de tomar: repetiría el MIR al año siguiente. Lo difícil, lo sabía, vendría después, cuando el cansancio y la rutina volvieran a hacerse presentes.
Llegó julio, comencé de nuevo la preparación. Me dije a mí mismo que era mi última oportunidad, que se lo debía a los demás (que nunca tuvieron una mala palabra hacia mí, ni un sólo reproche) y a mí mismo. La actitud con la que me enfrenté en esta ocasión al MIR fue totalmente distinta: muchas más horas de estudio, más ganas de dominar los temas, las mínimas concesiones posibles al desanimo...
Llego el MIR, ese trámite que se viste de objetivo pero que de objetivo tiene lo que mis abuelos hablando de sus nietos.
Pero esta vez todo fue distinto: los nervios no me atenazaron, las cosas estaban mucho más claras en mi cabeza...
Esta vez obtuve un puesto inferior al 2500. Aunque sabía que tenía plaza casi asegurada de lo que quería, Cirugía General y del Aparato Digestivo, no podía estar seguro de poder cogerla donde quería. Por suerte todo fue bien y he obtenido la plaza que quería en el Hospital General de Alicante.
Ahora, aunque sé que la vida del residente no es la mejor del mundo y que ahora empieza el trabajo duro de verdad, estoy contento. Contento por no haberme rendido el año pasado, por no renunciar a especializarme en lo que de verdad quería, por darles a mi familia y a mi novia la alegría que se merecieron el año pasado.
Animo a todo el que se encuentre en mi situación de hace un año a tomar la misma decisión: antes de empezar parece imposible, pero con la actitud adecuada el tiempo pasa volando y antes de que te des cuenta tienes en tus manos aquello que buscabas.