Dos jóvenes de Hernani que estudian en el instituto Antigua-Luberri y una chica de Azpeitia que ha cursado sus estudios en Urola Ikastola son las tres personas que ocupan los puestos del podium de la Selectividad en Gipuzkoa. Han sacado las tres mejores notas del territorio, superando el nueve y medio en la parte general, en la que se examinan de lengua y literatura castellana, inglés, filosofía o historia (eligen una de las dos asignaturas) y euskera. Dos de ellos han optado por estudiar Medicina, mientras que latercera va a estudiar Lenguas modernas y Gestión el año que viene.
Maialen González Arbizu
«Las notas son un reflejo de todo lo que he estudiado»
La medalla de oro ha sido para Maialen González, una joven de Hernani que ha estudiado en un instituto de San Sebastián, Antigua-Luberri. Eligió cursar el bachiller de ciencias, ya que, en general, le gustan mucho todas las carreras del ámbito bio-sanitario. Hace unos cuantos años decidió que le gustaría estudiar Medicina, debido a que le parece una carrera muy interesante, y se ha mantenido firme a la idea durante todo este tiempo, aunque asegura que «no lo tengo del todo claro ni ahora». Tiene muchas ganas de ir a la universidad a Bilbao, pero sabe que tendrá que estudiar bastante y meter muchas horas entre libros, ya sea en la biblioteca, en clase o en la residencia.
Si el estudio tiene la misma recompensa que la que ha tenido en Bachillerato, desde luego, no se puede quejar. Ha obtenido un 9,630 como media en la parte general de la Selectividad. Maialen se muestra satisfecha después de haber dado lo mejor de ella durante estos dos años. «Estoy contenta porque las horas que he pasado estudiando luego se han visto en las notas», comenta la joven, que cree que lo mejor de todo ha sido la satisfacción de ver que su trabajo ha merecido la pena. Confiesa que en época de exámenes ha tenido que dormir más bien poco, pero piensa que eso ha sido culpa suya, ya que «la organización no ha sido tan buena como debe ser».
Pero eso no ha hecho que su vida social se vea afectada. Sigue pasando mucho tiempo con sus amigas, aunque, como es lógico, en épocas de exámenes o cuando ha estado más cargada de trabajo no ha podido pasar tanto tiempo con ellas y solo les ha visto los fines de semana. Ahora, ya relajada, piensa descansar y disfrutar de la compañía de sus amigas en verano, y hasta puede que se vayan a algún sitio de viaje. «El año pasado estuve en Toronto estudiando inglés, pero este año voy a relajarme un poco», comenta. Por ahora, no tiene otro plan que no sea descansar antes de empezar una nueva etapa en la universidad.
A los que quieren seguir su ejemplo les recomienda que se organicen bien. Considera que «es muy importante el trabajo, y no solo en época de exámenes». Cree que hay algunas asignaturas en las que se nota mucho el esfuerzo previo, el haber llevado las cosas al día, ya que luego supone que no se tenga tanta tarea acumulada cuando se acerca una temporada más dura. Si te organizas bien desde el principio, en época de exámenes «no digo que no tengas que estudiar, pero es mucho más fácil».
Sara Ibarzabal Arregi
«Esta nota sí que es para toda la vida»
La joven de Azpeitia, estudiante de Urola Ikastola, del mismo municipio, es una chica todoterreno. Juega a baloncesto, va a una academia de inglés, toca la flauta travesera en la banda, y también toca el piano y hace bailes de salón, por ejemplo. Aparte de la ikastola, consigue hallar tiempo para todas las actividades extraescolares que tiene, y le sobra tiempo para estudiar.
Sara Ibarzabal ha sido la segunda mejor de Gipuzkoa con una nota de 9,540 en la Selectividad, en la que optó por no presentarse a las asignaturas optativas que sirven para subir nota, ya que no necesitaba más. Ha cursado el Bachilleraro de humanidades, y ahora quiere estudiar Lenguas modernas y Gestión, una carrera que relaciona idiomas como el alemán o el chino y los conocimientos culturales y humanísticos con el mundo de la gestión empresarial. Siempre ha tenido en mente estudiar Filología inglesa, de hecho estaba bastante segura de ello, pero el último mes decidió hacer esta otra carrera porque le parecía «más completa, sobre todo a la hora de buscar trabajo luego».
Los idiomas son lo suyo. Aparte de tener un muy buen nivel de inglés, que le ha permitido tomarse un respiro con esa asignatura en Bachillerato y prestarles más atención a otras materias que se le han hecho más duras, como filosofía, historia o lengua española, estuvo recibiendo clases de alemán el verano pasado en San Sebastián. Este año prefiere relajarse en vacaciones, aunque no que ha quedado de brazos cruzados, sino que se está sacando el carné de conducir.
Durante el curso ya ha hecho lo que tenía que hacer, y lo ha realizado de una manera sobresaliente. Aunque confiesa que le cuesta sentarse delante de la mesa y ponerse a estudiar, en general el Bachillerato no le ha parecido muy difícil. Hay que aguantar el tipo, no distraerse. «Hay que darlo todo», afirma la azpeitiarra. Cree que la nota de selectividad es algo que puede marcar el rumbo que tomamos, ya que de la calificación que se consigue depende que estudiemos una cosa u otra, lo que configurará nuestro futuro o, por lo menos, el trabajo que vayamos a tener dentro de unos años. «Esta nota sí que es para toda tu vida».
Iker Muñagorri Quílez
«Si te desconcentras unos días, te pierdes mucho»
Al igual que Maialen, Iker Muñagorri vive en Hernani y ha estudiado en el Antigua-Luberri, algo por lo que deberían alegrarse tanto el pueblo como el centro educativo. Ha cursado el Bachillerato de ciencia y tecnología y en la parte general de la Selectividad ha conseguido una media de 9,510. Desde hace dos años tiene bastante claro que quiere estudiar Medicina, ya que cree que todo lo relativo a la salud, curar a las personas, «tiene algo especial». Aunque también ha barajado otras posibilidades como bioquímica o una ingeniería. «He estado mirando un poco de todo, porque uno no se puede arriesgar», comenta. Y no se le ha hecho difícil hacerlo, ya que asegura que se siente «como pez en el agua en muchas cosas diferentes».
Iker cree que en los estudios la constancia es algo vital; no piensa que la fórmula sea estudiar todos los días cuatro horas, «pero llevarlo al día, sí. No hay que dormirse, y hay que tener confianza en uno mismo, creer que se pueden hacer las cosas bien. «Tienes que estar estudiando constantemente», asegura, ya que cree que hay que tener claro el esfuerzo que supone el Bachillerato. Además, dice que no se puede desconectar ni un minuto, ya que «si te desconcentras unos días te pierdes mucho. Si faltas a clase un par de días, luego ya te cuesta engancharte de nuevo, ya que se va a un ritmo muy rápido», según el joven de Hernani. No cree que sea conveniente estudiarlo todo el último día, es más, recomendaría a los que ahora están en Bachillerato que no hagan nada la víspera del examen. Y, sobre todo, Iker está muy seguro de que «no funciona estudiar dos horas antes del examen». Confiesa que él no lo hace, ya que no es capaz de levantarse a las cinco de la mañana para estudiar.
También querría decir a gente más joven que él que no se preocupen, que no se van a quedar sin vida social por estudiar, que se puede hacer un poco de todo. Iker confiesa que al principio no le fue tan fácil compaginar su vida social con los estudios, pero luego se ha adaptado a ello. Tanto que cree que una de las mejores cosas del Bachillerato ha sido la gente nueva a la que ha conocido, las nuevas amistades que ha hecho. Ahora que ya ha terminado sus estudios de Secundaria tiene tiempo para estar con sus amigos y también para dedicarles un rato a sus aficiones, como por ejemplo, tocar la guitarra o jugar a baloncesto. «La clave es organizarse», asegura.
Este verano también se va a tener que organizar. Iker va a tener que hacerse un buen calendario, ya que quiere tener tiempo para todo; piensa aprovechar el buen tiempo para salir de fiesta, pero también le gustaría irse a algún lado con sus amigos y, si puede ser, dar algunas clases de guitarra también.
fuente