Un año más, los estudiantes de los últimos cursos de Medicina se repartirán el tiempo entre las clases en el edificio de San Francisco y la práctica clínica en el hospital. La mayoría, como viene siendo habitual, recibirán su docencia clínica entre las paredes del CHUS, pero habrá otros que pasarán un mes en Santiago -con clases teóricas- y otro en alguno de los cinco hospitales con acreditación para formar nuevos médicos: los hospitales de A Coruña (Chuac), Vigo (Chuvi), Lugo (Chula), Ourense (CHOU) y este curso que está a punto de empezar también el complejo hospitalario de Pontevedra recibirá estudiantes de Medicina de la Universidade compostelana.
Así las cosas, la descentralización -en la que se utilizan criterios de proximidad del domicilio familiar, pero en la que también participan alumnos voluntarios y estudiantes de intercambio- afecta este año a un total de 181 estudiantes de quinto y sexto de licenciatura. La mayoría acudirán a los hospitales de A Coruña y Vigo – 70 y 78 respectivamente- mientras que los otros tres centros hospitalarios ofrecerán docencia clínica a un número más reducido de estudiantes: el Lucus Augusti acoge a 16 estudiantes, mientras que el de Ourense recibirá a 13. El que menor número de alumnos tiene es el novato, el de Pontevedra, al que acudirán solo cuatro futuros médicos.
Rotación en el CHUS
Mientras tanto, y teniendo en cuenta que cada curso cuenta con unos 400 alumnos, alrededor de 600 personas pasarán por el complejo compostelano. Para evitar aglomeraciones, cada promoción se divide en dos grupos y mientras uno tiene teoría el otro se dedica a las clases prácticas. A su vez, los estudiantes se reparten y van rotando por diferentes servicios hospitalarios, por lo que la masificación se produce de forma puntual y en ocasiones debido a una falta de planificación de los propios servicios
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