La de médico, definitivamente, es una profesión de mujeres. No es que existan más vocaciones entre las chicas que entre los varones, la razón es que ellas sacan mejores calificaciones en Bachillerato y selectividad para entrar en un grado con una de las notas de corte más altas de todas las carreras de la Universidad del País Vasco (UPV) -ronda el 12 sobre 14 año tras año-, una exigencia que coloca estos estudios al alcance solo de los mejores expedientes. Esta tendencia, en lugar de moderarse, se agudiza año tras año. Si en el curso 2009-2010 cerca del 70% de los alumnos que se titulaban en Medicina eran chicas, ahora superan ya el 80%.
Este año, en sexto curso, el último de la carrera de Medicina, estaban matriculados 42 alumnos y 185 alumnas. En 2011-2012 se licenciaron 48 hombres y 152 mujeres. En la actualidad, la Facultad de Medicina acoge a 1.001 estudiantes, 697 mujeres y 304 hombres en todas sus etapas. Y en este año académico que acaba ahora -con los exámenes de ‘recuperación’ dando los últimos coletazos en la UPV- se matricularon por primera vez 93 chicos y 215 chicas. Es una tendencia que se registra en toda España. De los 277 españoles que acaban de empezar su recorrido MIR en el País Vasco, 203 (el 73,2%) son mujeres.
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