No había porras ni uniformes de policía o de guardia de seguridad, pero la vigilancia en Derecho en la tarde de ayer era intensiva, extrema. Dicha facultad era una de las tres elegidas en Granada -además de las de Empresariales y Farmacia- para la realización de los exámenes que posibilitan el acceso a una formación especializada relacionada con la Salud, la Biología, la Física o la Química. Los famosos MIR -pese a que tal acrónimo, Médico Interno Residente, sólo hace referencia al de los médicos, prueba más destacada-. Y es que cualquier precaución es poca para evitar la arcaica técnica del ‘copieteo’. Ver a una persona caminando sola por el interior de ese centro universitario era, prácticamente, imposible. Sólo se veían parejas, pero no de enamorados. «Son los controladores, que acompañan a los examinados cuando tienen que ir al servicio», comentaba uno de los interventores.
«A mí me ha ido bien, no había estudiado nada…», decía irónicamente una de las primeras chicas en abandonar las aulas pasadas las 18:00 horas. Como ella misma indicó, sólo se había presentado para «ver cómo era» la prueba y tener experiencia para futuros intentos más serios en su disciplina, la de Farmacia. «Como el trabajo está tan mal, ésta es una de las pocas alternativas; la otra es irte al extranjero, cosa que también me planteo», explicaba. Y es que la de estos exámenes puede ser una de las últimas oportunidades para muchos jóvenes de quedarse en su país de origen con un empleo más o menos estable. Una de las pocas opciones para evitar la temida ‘fuga de cerebros’.
En la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada se enfrentaron a la prueba unos 900 jóvenes, la mayoría dedicados a la Medicina, a la Farmacia o a la Psicología. Otro buen número se dio cita en el Campus de Cartuja.
Todos los interventores coincidieron en afirmar que, a pesar de los nervios que podrían padecer, el comportamiento fue exquisito por parte de «todos». «La organización ha sido muy buena, han entrado cuando todo estaba preparado y han controlado bien la inquietud que siempre pueden tener», sostenía uno de ellos. Además de apuntes o bolígrafos, los bocadillos y algunas botellas de agua o refrescos fueron las otras herramientas que muchos eligieron para enfrentarse a la ardua tarea de los cuestionarios. Cual pelotón ciclista que se dispone a escalar el asturiano puerto del Angliru, el avituallamiento en mitad de la prueba era una de las medidas permitidas.
Granada fue una de las 21 ciudades españolas que acogieron a los 35.959 titulados universitarios que se examinaron a partir de las 16:00 horas para acceder a una de las 7.602 plazas de formación especializada convocadas por el Ministerio de Sanidad. Cifra de interesados que ha bajado un 11% respecto a la anterior convocatoria de las, «posiblemente, oposiciones más importantes de España» para la especialización, según la secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas.
Para Médico Interino residente hay 6.149 plazas en todo el país, a las que optan 11.696 personas; un 14% menos que en la edición anterior. No obstante, la mayoría de los aspirantes -casi la mitad- fueron titulados en Enfermería. En concreto, 17.382 para, únicamente, 961 plazas ofertadas. Junto a los psicólogos y médicos, las materias más demandadas. La puntuación de corte en la calificación de los exámenes se situó en una nota igual o superior al 35% de la media aritmética obtenida por los diez mejores. Los que logren superar esa marca verán algo más claro su futuro. El resto, deberán seguir intentándolo o plantearse otro camino. En la situación actual del mercado laboral, para muchos aprobar puede ser la única salida
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