A finales de julio el Ministerio de Sanidad anunciaba una serie de modificaciones en las órdenes de convocatoria de las pruebas de acceso a la Formación Sanitaria Especializada (FSE), entre ellas, el incremento de la nota de corte —del 30 por ciento de la media aritmética de las 10 mejores puntuaciones al 35 por ciento—. Para Sanidad, el propósito de esta iniciativa es aumentar la calidad en la selección de los profesionales que acceden a esta formación. Sin embargo, la noticia no ha sentado bien entre los estudiantes. Enrique Lázaro, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) ha manifestado a GM su oposición ante el incremento de esta nota, ya que «la prueba de acceso MIR supone un sistema ordenador y no evaluatorio». Así, Lázaro aclara que quien tiene que acreditar a los estudiantes es la facultad con el título y no con la nota. A pesar de las conversaciones con el ministerio, Sanidad insiste en que la medida, actúa de cribado, y no afectará a todos los estudiantes por igual, sino a los que se reespecializan y a los estudiantes extracomunitarios. Lázaro apuesta por otras vías como un control más exhaustivo y estricto en la homologación de títulos extranjeros. En este sentido, el portavoz del CEEM prevé que muchos estudiantes que optan a la especialidad, se queden a las puertas con el título de la facultad.