El Ministerio de Sanidad espera ajustar las plazas MIR y las de grado en 2018 con 6.000 plazas de formación especializada y alrededor de 6.500 ó 7.000 puestos de grado, pero al vocal MIR de la Organización Médica Colegial (OMC), Óscar Gorría, no le salen las cuentas:»Es cierto que desde 2009 se han ido reduciendo paulatinamente las plazas MIR y me parece una medida razonable, pero no entiendo la estimación que hace Sanidad de bajar las plazas en las facultades de Medicina a 6.500 ó 7.000. Esta reducción debería ser incluso mayor, ya que parece que no ha tenido en cuenta que cada vez son más los médicos que recirculan y que también tienen cabida los extracomunitarios».
El vocal MIR insiste en que el número de plazas MIR tiene que ser mayor que el de estudiantes. «Si sólo se reducen 500 plazas en 2018 hay, al menos, 500 médicos que no se van a poder presentar al examen MIR».
Miguel Ángel García, responsable de Estudios de CESM, corrobora la idea de la OMC, pero está satisfecho porque «Sanidad empieza a aceptar la reducción del numerus clausus y porque parece que tiene una conciencia clara de planificación», algo que la profesión médica lleva reclamando desde hace años.
García explica que los datos del Ministerio son estimaciones que habría que ajustar todos los años en función de los especialistas que necesite el sistema.
Gastos formativos
Con los datos del gasto en formación especializada sobre la mesa -el coste medio anual del residente en 2011 fue de 40.000 euros y el gasto global en formación de posgrado ascendió a 1.001 millones de euros, según el Ministerio de Sanidad- Gorría reclama que «no se reduzca el coste dedicado a formar residentes, sobre todo porque en estos momento la calidad de dicha formación es menor que hace unos años, al haber más carga asistencial y menos tiempo para la docencia».
Nada para el tutor
El presidente de la Asociación de Redes Docentes y Asesoras (Areda), Federico Segura, apunta que a pesar de que el gasto global de la Administración española en formación sanitaria especializada creció un 2,2 por ciento en 2011, ese aumento no ha ido a parar a mejorar la calidad de la formación. «Me niego a aceptar que ese crecimiento esté ligado a cualquier tipo de mejora formativa», dice.
Segura vaticina que a lo largo de 2012-2013 el coste medio anual de un MIR -que ha disminuido un 0,17 por ciento en 2011- bajará incluso más. «Calculo que disminuirá un 0,25 por ciento en 2012, por la reducción de las guardias en este colectivo».
También explica que el sistema no aprovecha al residente que termina su formación y se «fuga» a otro país. «Aquí hay un coste-beneficio cero. El MIR está desaprovechado y sería necesario estudiar fórmulas en las que éste se comprometa a seguir ejerciendo en SNS durante unos años antes de marcharse».
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