La alta dificultad del último examen MIR dará mayor peso discriminatorio a una prueba que tiene como función ordenar a los aspirantes. Los que se examinaron el sábado “deben entender que las preguntas más complicadas son las que marcan la diferencia”, las que ayudarán a seleccionar, según ha señalado a Redacción Médica el vocal de Médicos en Formación y/o Posgrado de la Organización Médica Colegial (OMC), Óscar Gorría.
En relación a las quejas de los aspirantes sobre la mala calidad de las imágenes, el vocal de la OMC asegura que estas preguntas podrían ser impugnables y por lo tanto, podrían ser declaradas nulas tras el plazo de reclamación que termina el 13 de febrero.
A pesar de la complejidad del examen y de la nota de corte más exigente que en la convocatoria pasada, Óscar Gorría cree que se cubrirán todas las plazas ofertadas este año. “En los últimos años no han quedado puestos vacantes y no está el panorama actual para dejar plazas libres”, subraya Gorría.
Datos de admitidos
En la convocatoria actual, destaca el descenso del número de extracomunitarios que se presentaron al examen (-32 por ciento con respecto a 2013). Según el vocal de la OMC, “el efecto llamada de años anteriores” ha disminuido porque la situación laboral en España ha empeorado en cuanto a las contrataciones. Además, asegura que en los países sudamericanos cada vez hay mejores ofertas laborales y los extracomunitarios “se están quedando en sus países.”
A falta de disponer de los datos sobre recirculantes y reespecialistas, Gorría pronostica que este año habrá crecido el número de presentados al examen este año. Los españoles admitidos a las pruebas fueron un total de 7.979, mientras que los alumnos de las facultades españolas egresados son cerca de 5.000. “Hay entre 2.000 y 3.000 que podrían ser recirculantes o reespecialistas”, asegura Gorrí
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