Los efectos del sedentarismo, o de la carencia de actividad física, tienen repercusión en la salud, tanto de hombres, como mujeres. Si no se practica ejercicio de manera regular, no se pueden prevenir factores de riesgo cardiovascular; como la diabetes, obesidad, e hipertensión; y con ello la posibilidad de prevenir enfermedades cardiovasculares. Los efectos del sedentarismo implican: aumento del peso corporal, disminución de la elasticidad y movilidad articular, ralentización de la circulación, dolor lumbar, sensación de fatiga, entre otras.
En las personas ancianas, la inactividad y falta de ejercicio, se va dando de manera progresiva, a medida que la edad es más avanzada. Causando deterioro físico, y mental, además de poner en riesgo el estado de salud y bienestar en las personas de la tercera edad. El sedentarismo impacta de manera negativa en las ancianas, ya que ocasiona: Pérdida de masa muscular, disminución de la resistencia, debilidad en los huesos, afecta el metabolismo, produce mala circulación en la sangre, y aumenta sentimientos depresivos.