en españa sin mir no eres ni medico ni nada

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7.000 licenciados en medicina, sin plaza en la sanidad pública

La UE exige dos años de posgrado y el sistema MIR no tiene plazas suficientes

JUANJ.GÓMEZ , Madrid (01-05-00)

La Unión Europea exige a los licenciados en medicina dos años de formación posgrado para trabajar en la sanidad pública. En España, el único camino para acceder a esa formación es aprobar el examen de MIR (médico interno residente), pero hay una bolsa de 7.000 licenciados que el actual sistema MIR no puede absorber. Los estudiantes quieren que la formación de posgrado sea "de libre acceso, de calidad y remunerada".

Hasta enero de 1995 bastaba ser licenciado para ejercer la medicina general, lo que entonces se llamaba ser médico de cabecera. A partir de esa fecha, una directiva comunitaria exige a todos los licenciados europeos complementar su formación con un aprendizaje práctico de dos años en una institución sanitaria. En España, el título permite trabajar de generalista en la sanidad privada, pero para encontrar una plaza en el sistema público de salud, que representa aproximadamente el 85% de las posibilidades de empleo de los médicos, es imprescindible aprobar el MIR.

en resumen NO eres medico, lo eres mientras ellos no quieran decirte que no puedes seguir ejerciendo, pero tu titulo no esta reconocido, el medico general desde el 95 desaparecio

en la relaidad puedes trabajar en la privada--> si
eres medico general--> no
medico geneal no existe
solo es un recurso, ente raro, que se mantiene en españa por conveniencia de la sanidad privada, y que el ministerio no ha cumplido los siguientes puntos para poder garantizarte la formacion que te exige

lo cual enlaza con la barbaridad que quieren hacer con el mir, notas minimas etc,...

desde el 95 no hemos avanzado nada
(al menos nada en favor de los estudiantes de medicina, futuros medicos)

Cada año obtienen su título de licenciado unos 4.200 médicos y se ofertan cerca de 4.700 plazas de MIR (sumando la oferta de las dos convocatorias, la de medicina de familia, exclusiva para los licenciados después de 1995, y la del resto de especialidades). El problema es que al examen MIR se presentan unos 10.000 candidatos, lo que impide absorber la bolsa histórica de más de 7.000 médicos que aún no han podido escoger especialidad.

Un informe provisional del Ministerio de Sanidad estima que la bolsa de médicos sin plaza previa al último examen de MIR general, celebrado el 8 de abril, estaba compuesta por 10.477 médicos (7.603 licenciados después de 1995 y 2.874 anteriores). En el examen de abril se convocó a 9.957 titulados para competir por 3.335 plazas de médico residente.

Los estudiantes de medicina han salido este año dos veces a la calle a manifestarse. Se quejan de que la famosa bolsa de médicos en paro sólo se desinflará por el cansancio de los candidatos -de los 14.576 médicos que se presentaron al MIR en 1995, 7.291 han obtenido plaza en este tiempo, pero 4.511 han dejado de presentarse- y por el paso del tiempo -al ritmo actual harían falta algo más de 10 años-.

El presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Iñaki Castro, dice que a largo plazo se plantean como objetivo "sacar la especialidad de familia del MIR". Una posibilidad que la presidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar, Amalia Velázquez, considera "absurda", porque "agravaría aún más el conflicto". Velázquez dice que "el MIR es la única vía de calidad para formar especialistas y familia es una especialidad más", y afirma que "el principal problema es el exceso de estudiantes de medicina en la Universidad". En su opinión, ésta es la única de las tres soluciones planteadas en 1995 que no se ha cumplido (las otras eran ampliar la oferta de plazas MIR y crear una prueba específica para medicina familiar).

Primera reunión oficial

El Ministerio de Sanidad -cuya nueva titular, Celia Villalobos, dedicó el viernes al CEEM su primera reunión oficial tras acceder al cargo- ha considerado hasta ahora que el examen MIR es la única forma de garantizar la calidad de la formación médica, y ha atribuido a la falta de recursos y a la necesidad de preservar esa calidad el no ofertar más plazas.

Mientras la especialidad de familia requiera una formación de residencia, el objetivo de los estudiantes será conseguir un "MIR distributivo". Esto supone crear tantas plazas de residente como licenciados se presenten al examen MIR. En este caso, la nota del examen no deja a nadie fuera, sólo determina el orden para escoger especialidad y destino.

Las alternativas defendidas por los estudiantes para ampliar las plazas de residente son varias. En primer lugar, proponen que el ministerio ofrezca todas las plazas de formación de especialistas acreditadas por el Consejo Nacional de Especialidades Médicas, según Castro, unas 600 más de las que se ofrecen cada año. Además, sugieren que el número de plazas de residencia se amplíe con la creación de nuevas especialidades o la inclusión de las que ahora no están en el MIR, como las medicinas deportiva, del trabajo o legal y forense.

Otra forma de ganar plazas que apuntan los estudiantes es limitar el acceso a la doble especialidad. "Mucha gente usa el MIR como vía laboral", se queja Castro. Los especialistas que concluida su formación se presentan otra vez al MIR (683 en el último examen, el 7% de los aspirantes), deben decidir a qué especialidad optan antes del examen, y si no consiguen plaza no pueden cambiarse a otra. En cuanto a los residentes que abandonan su plaza de formación para optar a otra especialidad (175 residentes obtuvieron plaza de este modo desde 1995), el hueco que dejan queda desierto hasta que se completa el periodo formativo, que, según la especialidad, puede ser de tres, cuatro o cinco años.

Un grupo de trabajo formado por Sanidad y Educación, además del Consejo de Universidades, el Consejo Nacional de Especialidades Médicas y el CEEM, se reunirá en próximas fechas para tratar de ajustar la oferta y la demanda de plazas de médico interno residente.

Cinco años de protestas de las 'batas blancas'

J. J. G , Madrid

Las caras que asoman por encima de las batas blancas son cinco años más jóvenes, pero la protesta es la misma que les sacó a la calle en 1995. Europa dice que los seis años de carrera no bastan para ejercer la medicina en la sanidad pública. Los futuros licenciados españoles piden que el Estado les garantice los dos años de posgrado obligatorios, y que sea una formación "de calidad y remunerada". Los estudiantes de entonces consiguieron del último Gobierno socialista que se organizara un examen de acceso a la especialidad de medicina de familia y comunitaria exclusivo para los titulados post 95 , los más perjudicados por la directiva europea. También podrían acceder al concurso para el resto de especialidades, junto a los licenciados pre 95 , con la condición de renunciar a la plaza de generalista, en caso de haberla conseguido en el primer examen, antes de llegar a ocuparla. Esta solución permitió en 1996 absorber a más de 4.000 médicos de una bolsa histórica de 16.000, pero luego el ritmo decreció hasta los 700 anuales.

Entre los candidatos que obtuvieron plaza y los que desistieron, el número de médicos sin formación de especialista ha disminuido en un 80% durante los últimos cinco años. Pero los batas blancas de 2000 quieren formación para el 100% de los licenciados, y no necesariamente por vía MIR. El Ministerio de Sanidad les ha asegurado que no reducirá la oferta anual de plazas y que todavía no se plantea reunificar los concursos de MIR de familia y general, dos de los temores que les llevaron a manifestarse.

Los estudiantes han conseguido algo más. En la nota final del MIR, el examen puntúa un 75%, y el expediente, el 25% restante. Ellos quieren que en el expediente sólo cuenten las asignaturas troncales y obligatorias (ignorando las optativas), y que se valoren proporcionalmente a su número de créditos. El ministerio ha accedido a ponderar las asignaturas por el número de créditos, pero su última propuesta de valoración fue un 90% para las materias troncales y un 10% para las obligatorias y optativas.

Por último, los estudiantes se oponen a que los médicos que terminen su residencia con una calificación de excelente tengan que ratificar su excelencia presentándose a un examen voluntario, un proyecto de evaluación que ya se aplica a los especialistas de familia y que los estudiantes temen que Sanidad haga general y obligatorio.

fuente
http://www.ucm.es/info/uepei/medicina.html
 
Médicos a palos
Dura represión policial contra los estudiantes de Medicina que se manifestaron ayer en Madrid

ELENA RODRIGO

ELVIRA DE MIGUEL

PALOS fue lo que recibieron ayer los estudiantes de Medicina cuando lo que demandaban era una solución a su conflicto. Miles de alumnos se concentraron ante el Ministerio de Educación, luego ante el Congreso de los Diputados y, finalmente, ante el Ministerio de Sanidad. En éste se produjo una dura carga de la Policía contra los estudiantes.

Los jóvenes sólo piden una cosa: que los seis años de carrera necesarios para tener el título de licenciado en Medicina sirvan para algo. A partir del 1 de enero y según una directiva europea, para muchos de ellos esos seis años será el equivalente a no haber hecho nada. El título no dará derecho a ejercer como médico generalista en la sanidad pública. No tendrán salida profesional si no consiguen aprobar el MIR. Y sólo quedan dos opciones: la investigación y la sanidad privada por la vía de colegiarse. Esta última de dudosa legalidad tras la directiva de la Unión Europea aprobada hace ocho años. Desde entonces el Gobierno no se ha ocupado de dar una solución y ha puesto de manifiesto su negligencia al no prever las consecuencias.

En febrero de este año se destapaba la caja de los truenos. Empezaban las conversaciones entre los Ministerios de Sanidad y Educación. Primero parecía que se podía conseguir una moratoria en la aplicación de la citada exigencia comunitaria. Después, se apuntaba la posibilidad de obtener la formación de postgrado necesaria. Todo quedó en agua de borrajas.

Nueve meses de protestas -con movilizaciones intensas durante el último mes- de los futuros médicos españoles, unidos y apoyados por los decanos, sólo han servido para aumentar su frustración.

HABRAN sacado una de las carreras más duras para nada. El año que viene 4.500 licenciados no serán médicos generales a pesar de una dura criba en la selectividad, seis años de estudio y la palabra del Gobierno impresa en un título. Una Directiva Comunitaria estipula que no basta la licenciatura para ejercer la Medicina General en la Unión Europea a partir del 1 de enero de 1995, sino que hacen falta al menos dos años de prácticas después de la carrera.

Los estudiantes no se oponen a cursar este postgrado, pero sí a que sea por la vía MIR (Médicos Internos Residentes), como han decidido los Ministerios de Educación y de Sanidad. Al sistema MIR, por el que se ofertan plazas de formarción en una especialidad médica durante tres años, sólo acceden uno de cada cuatro aspirantes, en primera convocatoria. Un 57% supera su oposición al año siguiente. Esto significa que más del 40% de los licenciados necesitan esperar al menos 4 años para ejercer como médicos generales. Eso si lo consiguen.

«No creemos que la intención de Europa sea restringir así nuestra formación; exigimos un postgrado para todos», apuntan los afectados, que ayer culminaron nueve meses de protestas con una masiva manifestación frente a las puertas de ambos ministerios y ante el Congreso de los Diputados, a la que acudieron estudiantes de toda España. Por primera vez cuentan en sus reivindicaciones con el apoyo de los decanos de Medicina y de la mayoría de la profesión médica.

Hace ocho años que el Gobierno conoce la Directiva 457, de 1986, pero hasta este año no ha pensado qué hacer con los licenciados a los que afecta, los llamados «post-95».

Un mes antes de su aplicación obligatoria se ha decidido por la vía MIR. Y hoy, cuando faltan 15 días para entrar en el 95, la Ley de Presupuestos que se debate en el Congreso puede acabar con toda posibilidad de diálogo, tras el fracaso de todas las negociaciones, si no incluye ninguna partida para ese postgrado de acceso directo que reclaman los estudiantes.

El Gobierno ha ido cambiando de opinión. En marzo la ministra de Sanidad, Angeles Amador, habló de una posible moratoria para retrasar la aplicación de la norma comunitaria; en junio el MEC presentó un plan para conseguir un postgrado en un año; y finalmente el 7 de noviembre ambos departamentos acordaron la vía MIR en estado puro: tres años de formación práctica en centros sanitarios.

Al mismo tiempo, Sanidad anunció que para 1995 aumentaría de 1.250 a 1.750 las plazas MIR de Medicina Familiar y Comunitaria, que es la especialidad MIR con la que pretende dar formación a los que quieran dedicarse ahora a la Medicina General.

Lo curioso es que esta especialidad nació en 1978, por tanto no procede de las exigencias comunitarias. Según fuentes del Ministerio de Sanidad, «el MIR es la mejor solución, por su calidad y prestigio y porque el número de plazas que oferta es ya equiparable al número de estudiantes de Medicina». Efectivamente, el año pasado salieron unos 4.500 titulados y el MIR ofrecía 4.287 plazas. La cuestión es que no son ellos solos: una «bolsa histórica» formada por unos 14.000 médicos sin especialidad también se presenta al MIR, con lo cual las plazas sólo dan para uno de cada cuatro aspirantes. Los mismos médicos denuncian esta situación.

Para la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria la escasez de plazas es el «punto negro» del MIR «y por eso comprendemos la angustia de los estudiantes, pero consideramos esa vía como la única que garantiza la calidad», indica su portavoz, Alejandro Tejedor.

La Sociedad Española de Medicina General opina justo lo contrario. Su presidente, Ignacio Burgos, considera una «falacia» la postura de la Administración y de los médicos de familia: «Dicen que la carrera no faculta para ejercer, ¿pero qué se ha hecho hasta ahora sino eso? La carrera es para ser médico y la especialidad, para especializarse. La Medicina General no es ninguna especialidad».

En su opinión, el Ministerio de Sanidad ha impuesto la vía MIR «presionado por los médicos de familia, que suponen uno de cada cinco de los generales, pero controlan los órganos de la Administración.

Para cumplir la Directiva, Ignacio Burgos aboga por una formación práctica de lo aprendido (no especialidad), de acceso directo, remunerada y de dos años de duración, como piden los estudiantes: «La ministra anunció que habría un postgrado para todos y los ha dejado en la estacada, sin salida, escogiendo una solución cara y discriminatoria: el MIR».

En medio de ambas posturas se encuentra el Consejo General de Colegios Médicos, cuyo presidente, José Fornés, ha mostrado su preocupación por el problema de los estudiantes, pero también por el de otros colectivos médicos que necesitan igualmente postgrados y cursos para alcanzar los títulos que exige Europa en el 95.

Desde la Organización Médica Colegial se precisa que los que se licencian, como ha pasado hasta ahora, podrán seguir colegiándose y ejercer la medicina privada. Sin embargo, algunos expertos en legislación laboral apuntan a que esto tiene riesgos importantes que no se deben olvidar.


Los colectivos médicos a los que se refería Fornés, también necesitados de formación postgrado, son los llamados MAEQUIS (ejercen de ayudantes quirúrgicos sin el título); los MESTOS (trabajan como especialistas sin tener el MIR), y los licenciados sin MIR que trabajan como adjuntos e interinos, todos ellos contratados por necesidades de la Sanidad pública.

Los más perjudicados, en todo caso, son los estudiantes «post-95», que se llaman a sí mismos «futuros no-médicos» porque ni siquiera podrán hacer guardias como sus compañeros de anteriores promociones. Un estado de cosas «indignante», según los decanos de las 26 facultades de Medicina, que ven cómo se impide el ejercicio de la profesión a los jóvenes que se han formado en ellas. La Conferencia de Decanos presentó su propuesta hace dos semanas ofreciendo las facultades de Medicina como centros tutores de un postgrado de dos años, a realizar en hospitales y ambulatorios. Según este plan, el coste por la formación completa serían unos 2.700 millones de pesetas por cada 1.000 médicos que lo realicen, bastante más «barato» que el MIR.

¿Anticonstitucional?

Una cuestión a dilucidar es si los licenciados en Medicina pueden ejercer como médicos en el sector privado. En principio parece que sí siempre que puedan colegiarse. Y ahí es donde la cosa está poco clara. Desde los colegios profesionales se advierte que los médicos que no tengan la formación de postgrado en Medicina General sí podrían colegiarse.

Amaya Calbet, vicepresidenta del Consejo de Estudiantes, explica que Sanidad les entregó, en la reunión del pasado día 5, «una carta en inglés firmada por una abogada de Estrasburgo. «En el documento -explica- consta que sí podemos ejercer en la privada, siempre que colguemos el cartel de licenciados y no de médicos generales».

«Pero eso -añade- es muy insuficiente, porque ninguna sociedad privada contratará a un médico sin el postgrado que pide la Unión Europea».

«Lo que sospechamos es que ni siquiera Sanidad tiene claro si podemos o no ejercer en clínicas privadas, pero lo que sí sabe es que lo contrario sería anticonstitucional y podría darnos una vía para denunciar este tinglado.

El artículo 35 de la Carta Magna habla del derecho al trabajo para todos, y nosotros no tendríamos ese derecho pese a haber salido de una Universidad con un título oficial bajo el brazo», concluye Amaya Calbet.

Lo que dice textualmente ese certificado firmado por el ministro de Educación es: «Título de Licenciado en Medicina y Cirugía que faculta al interesado para ejercer la profesión y disfrutar de los derechos que a este grado otorgan las disposiciones vigentes».

A pesar de las movilizaciones que los estudiantes han protagonizado durante los últimos nueve meses, el resultado no ha sido satisfactorio. Encontrar un punto en común entre las partes es complicado.

Una semana de tregua

La ministra de Sanidad, Angeles Amador, pidió ayer a los estudiantes, durante la reunión que mantuvo con ellos, una semana de tregua para estudiar las soluciones al conflicto. La máxima responsable de la Sanidad española les ha convocado a una nueva reunión el próximo día 22 asegurando que su departamento realizará un estudio «que pueda facilitar el encaje de postgrado para los Médicos de Familia y Comunitarios, dentro de la vía MIR».

La reunión de los futuros médicos con la ministra se produjo después de que concluyera una manifestación de más de 10.000 jóvenes procedentes de toda España en el centro de Madrid.

«Guerra, guerra, guerra», gritaban los estudiantes de Medicina ataviados con batas blancas.

La expresión de sus reivindicaciones, se llevaba a cabo en un ambiente de tensión. Ya ha comenzado la cuenta atrás. El próximo día 1 de enero de 1995 entrará en vigor la Directiva Comunitaria que les prohibirá ejercer la medicina en la sanidad pública en España y en el resto de Europa si no cuentan con dos años de formación práctica.

El ambiente comenzaba a caldearse casi nada más iniciarse el recorrido de la manifestación que se inició a las doce del mediodía en la plaza de Cibeles, desde donde los alumnos, la mayoría vestidos con batas blancas, se dirigieron hacia el Ministerio de Educación y luego al Congreso de los Diputados.

Hubo conatos de carga con la Policía que no llegaron a materializarse. Pero cuando los jóvenes llegaron al Ministerio de Sanidad, último punto de su recorrido, estalló la tensión acumulada.

Mientras los estudiantes coreaban: «Hasta los huevos», una lluvia de huevos rellenos con pintura de colores comenzó a caer sobre el edificio de este Ministerio. También tiraron algunos productos de casquería, concretamente cerebros porque según algunos de los asistentes «les hacían falta en ese Ministerio».

Carga de la Policía

Pero las acciones no terminaron ahí. Entre insultos diversos a la titular de Sanidad y al son de un tambor pedían insistentemente que la ministra les recibiese. Sin embargo, antes de que este hecho se produjese la Policía antidisturbios cargó contra los jóvenes estudiantes.

El balance de la manifestación fue de un detenido y, al menos, media docena de contusionados. El detenido, estudiante de quinto de Medicina de la universidad de Alcalá de Henares, fue trasladado a la comisaría de la Estrella acusado de lanzar un coctel molotov contra la sede del Ministerio de Sanidad. Por su parte, los contusionados presentaron denuncias por agresiones, avaladas por partes médicos, en la comisaría de Retiro.

A pesar de todo, consiguieron que los representantes de sus facultades se reunieran con la ministra de Sanidad, Mª Angeles Amador. La ministra recibió a primera hora de la tarde a un grupo de estudiantes a quienes les dijo que «si no les había recibido antes no había sido por culpa suya, porque llevaba dos días buscándoles para conocer sus problemas directamente», aseguraron los alumnos al terminar el encuentro. Ante sus reivindicaciones la titular de Sanidad afirmaba: «No es posible ofertar 15.000 plazas de MIR, entre otras cosas, porque no existen esos puestos de trabajo». A continuación les indicaba que los que no lograran trabajar en la sanidad pública tenían otras salidas: bien en la sanidad privada bien en la investigación.

Ayer los estudiantes de Medicina tenían previsto pasar la noche delante del Ministerio de Sanidad en tiendas de campaña para concentrarse hoy ante el Congreso de los Diputados, justo cuando se debaten los Presupuestos Generales del 95.

«Venimos con más de 500.000 firmas que nos apoyan en nuestras reivindicaciones. La sociedad también está con nosotros», afirmaba uno de los estudiantes.

fuente
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«En el documento -explica- consta que sí podemos ejercer en la privada, siempre que colguemos el cartel de licenciados y no de médicos generales».
...
«Lo que sospechamos es que ni siquiera Sanidad tiene claro si podemos o no ejercer en clínicas privadas, pero lo que sí sabe es que lo contrario sería anticonstitucional y podría darnos una vía para denunciar este tinglado.


tan solo resalto estos fragmentos


pone LICENCIADOS, y ni ellos lo tienen claro, pero como negarse seria anticonstitucional,... pues...

y ahora seguid diciendome que sois medicos, pero argumentando con leyes o informacion, no con rumores, por favor

y tambien decidme que es necesaria una nota minima, lo que es necesario es que NOS RECONOZCAN NUESTRA PROFESION y se dejen de ponernos trabas

lo siento pero esto me supera.... :evil:

que pronto olvidamos, y que facil nos engañan, ABRID LOS OJOS DE UNA VEZ; SI REALMENTE SACAN LO DE LA NOTA MINIMA ABRIA QUE ARMARLA DE NUEVO, no estar satisfechos con una medida inutil e injusta

y sino abridme los ojos a mi, pero con datos e informacion

como dice ahi :nerd:
bienvenidos futuros NO-medicos

y enhorabuena por el bonito titulo de licenciado en algo....
 
Sí, y lo mejor de todo... lo que se sufre para terminar la puñetera carrera que acabas hecho una piltrafa, malumorado porque te han puesto mil trampas (asignaturas, profesores, médicos... ), que vas superando, pero terminas por cansarte poco a poco. Llega el día de tu maravillosa graduación y plafff a penas a una semana de haber terminado tu último examen te ves de lleno en una academia preparando el MIR, porque tienes la mierda en los talones. Así es la vida, y no queda otra... lo que cuesta poder ser "algo", si es que... que duro es todo, pero bueno, espero que merezca la pena el esfuerzo, pero a pesar de todo, he de reconocer que tras haber terminado (y aunque aún no me ha dado tiempo a asimilarlo, porque no he podido) estos 6 años de duro trabajo han terminado y me siento muy contento y afortunado. Un abrazo y ánimo.

PD. Sí, yo también pienso que lo justo es ser médico generalista al terminar la carrera, pero ese lugar lo ocupan ya los médicos de familia, y ellos se manifestarían porque entonces su esfuerzo y el tiempo para especializarse ha sido injusto. En fin, es mi opinión, el puñetero MIR... Me voy que mañana madrugoooo (y no voy a la playa :sad: ). :roll:
 
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