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Hombre, no sé qué entenderás tú por poca audiencia (aunque te veo un poco exigente jajaja), pero superar los 3 millones de espectadores capítulo tras capítulo y andar rozando constantemente el 20% de share me parece una audiencia más que aceptable hoy en día. Sin olvidarnos de que el último capítulo de la 1ª temporada fue el programa más visto de la noche (y el cual, a mi entender, fue un CAPITULAZO con todas las letras). Y no, no la tenían ya grabada. De hecho, en principio sólo se tenía pensado emitir una sola temporada (mientras se grababan los nuevos capis de HC), pero debido a la buena aceptación que tuvo, decidieron empezar a grabar una nueva.alex dijo:No tengo ni idea, pero la verdad que no sé cómo pueden hacer otra temporada con la poca audiencia que tuvo la anterior. La tendrían ya grabada. :mrgreen:
el Diario Médico dijo:La AEMIR desaprueba la nueva serie de televisión 'MIR'
La Asociación Española de Médicos Internos Residentes (AEMIR) no se siente representada por los protagonistas de la nueva serie de televisión 'MIR', que emitirá próximamente Telecinco, y reivindida a la cadena que ajuste sus contenidos a la realidad del residente.
Redacción
08/01/2007
El estreno de la próxima serie de ficción española en la que se relatará el aprendizaje profesional de un grupo de jóvenes durante el período de residencia (Ver DM del 13-10-2006) ya ha levantado las primeras ampollas. La Aemir se queja de la falta de realismo de la serie y cree que su divulgación ofrecerá una imagen distorsionada de la realidad del residente médico.
En una carta emitida a la cadena de televisión, la asociación asegura que la serie "constituye una clara ofensa para todos los médicos interinos residentes que actualmente se encuentran en una fase de reivindicaciones por las penosas condiciones de trabajo, formación y sueldo y, por qué no aclararlo, por la dignificación del gremio" (Ver DM del 11-XII-2006). Y aclara que la publicidad de la serie en la que se define a los MIR como individuos que "no son médicos, pero curan" atenta contra la dignidad del personal sanitario.
Por este motivo, la asociación reivindica a la cadena de televisión que amplíe el punto de vista que se ofrece de la profesión médica y que ajuste los contenidos a la realidad del residente médico. Y exige además que aclare la información emitida en la presentación inicial de la serie.
En su escrito la Aemir sugiere también a la cadena que "se deje asesorar por médicos internos residentes de verdad para que la imagen que se ofrezca del MIR español sea la adecuada".
A continuación se adjunta el texto íntegro de la carta que Aemir ha enviado a Telecinco con motivo del estreno de la serie de MIR.
Estimados señores de Telecinco:
Nuestra queja se refiere a la nueva serie que "amenazan" con difundir en breve llamada "MIR". Vale que es una serie de ficción, por lo que en principio serían libres de inventarse lo que quisieran sobre unos entes llamados MIR, incluso decir de ellos que "no son médicos, pero curan". Siguiendo la línea de ficción, podríais decir que en realidad "son seres mutantes que son capaces de no descansar en 48 horas seguidas de trabajo, mantienen una buena salud y un tipo estupendo mal comiendo y sin tiempo para hacer ejercicio…" Podríais hacer que en algún capítulo, al terminar una guardia, alguno se quite una careta al estilo de "V" y develar así su verdadera naturaleza.
Quizás estéis acostumbrados a que en vuestro canal (como en todos) existan fenómenos como "no son actores, pero actúan", "no son periodistas, pero dan noticias (del corazón)", "no han hecho nada notable en sus vidas, pero salen en televisión y se les paga por ello". Me hacéis pensar que "no investigan sobre los temas que tratan y no son serios, pero hacen guiones y series".Curar sin ser médicos ó es intrusismo, lo que está penado legalmente, ó pasa a ser ficción.
Constituye una clara ofensa para todos los MIR, que actualmente nos encontramos en una fase de reivindicaciones por nuestras penosas condiciones de trabajo, formación y sueldo, y por qué no aclararlo, por la dignificación de nuestro gremio entero, el que vuestros entes de ficción "que curan sin ser médicos" se llamen igual que nuestro colectivo. Y peor aún, resulta peligrosísimo para la población general que exista este lugar para el equívoco. Ya tenemos bastante por lo que luchar cada día en nuestras urgencias como para que gracias a vuestra serie nos vengan a requerir que les trate "un médico de verdad". Ya tenemos bastante agresión al personal sanitario. Y muy poco respeto.
Que conste que hace meses que AEMIR se dirigió a la productora que grabó la serie para ofrecerle nuestra colaboración: no hubo respuesta. Sería imprescindible una aclaración al público sobre lo poco idónea que fue la presentación inicial, y aconsejaros que si queréis tener una serie sobre MIR de verdad, os asesoréis con Médicos Internos Residentes de verdad, muchos estarán encantados de contar "batallas de urgencias".
Quizás hasta sea de provecho para que nosotros demos a conocer nuestra realidad y de paso educar a nuestros pacientes. Quizás se logre que los pacientes digan, por ejemplo: "Yo no quiero que me trate un médico que no ha descansado en las últimas 18 horas..." ó mejor aún: "Yo no voy a ser tan irresponsable como para colapsar las Urgencias para algo me va a tratar perfectamente mi Médico de Familia ó enfermera del Centro de Atención Primaria. Eso es desconsiderado para los pacientes que de verdad necesitan la Urgencia y un mal uso de los Servicios Sanitarios".
Un saludo.
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/entorno/es/desarrollo/726122.html
Diario Médico dijo:Chequeo profesional a los médicos de la tele
Los médicos están de moda en la televisión. A una semana de la aprobación del estatuto MIR, los residentes españoles ya tienen su propia serie, que emitirá Telecinco. Los profesionales reales no se sienten representados por sus colegas catódicos. Se quejan de la falta de realismo y del efecto negativo en los pacientes.
S.C / I.G.P / E.R.
13/10/2006
Además, creen que la imagen del médico en las series se ha deteriorado con el paso de los años.
Del médico ejemplar e íntegro que representaban el doctor Ganon o Marcus Welby al adicto insensible pero eficaz que protagoniza House, la figura del médico en las series de televisión no es nueva, pero ha cambiado y, además, se ha convertido en el personaje de moda en la pequeña pantalla. Todos interesan: médicos veteranos y residentes; de urgencias, superespecializados o de pueblo; bondadosos o cínicos...
Pero, ¿qué piensan los médicos de carne y hueso de sus colegas catódicos? "Las series presentan situaciones artificiosas y poco reales que tienden a confundir al paciente sobre la actividad real del médico", opina Manuel Carmona, vocal nacional de Postgrado de la Organización Médica Colegial (OMC). En cambio, Tomás Toranzo, que trabaja en urgencias y es vicepresidente deCESM de Castilla y León, piensa que se les presenta como buenos profesionales, aunque la visión de los servicios asistenciales es poco realista.
Sin embargo, añade que "los pacientes saben distinguir ficción de realidad".
¿La imagen es real?
En ocasiones, a los facultativos les parece que la imagen es demasiado triunfalista; unas veces creen que se exagera la complejidad y en cambio otras se quejan de que se simplifica su trabajo.
Pero a todos les preocupa la trascendencia social de ese retrato mediático de la profesión y cómo influye en la percepción que los pacientes tienen de los propios médicos y de la sanidad.
Un ejemplo. Una madre se pregunta en una sala de espera de urgencias pediátricas qué estarán haciendo los médicos, porque lleva esperando 30 minutos, a lo que otra le responde: "¿Es que no ves la televisión? Estarán seduciendo a las enfermeras". Esto que escuchó al pasar por allí Ignacio de Arana, pediatra del Hospital Gregorio Marañón, contribuye a la mala opinión que tiene de las series. "Imagino que lo que vende son las tramas sentimentales, pero dan una imagen penosa, por no hablar de la teatralidad de esos servicios de urgencias en los que todo el mundo corre y grita. Cuando el paciente llega a un servicio español bien organizado, en el que nos movemos con premura pero sin esas exageraciones, deben pensar que no hacemos bien nuestro trabajo". Toranzo coincide en que en los servicios de urgencias no se produce ese revuelo que tan espectacularmente mostraba el dirigido por Keny Weaver. Lo que sí hacen es mostrar la masificación y a la vez ponen de manifiesto lo difícil que es actuar en este servicio.
Mientras que en su faceta docente recomienda a sus alumnos novelas que ilustran el quehacer médico, Arana confiesa que en casa tiene prohibido ver series de este tipo y que sólo las conoce por algunos tiempos muertos de las guardias. "Recuerdo alguna barbaridad notable, como una escena en la que un residente realizaba solo una intervención a corazón abierto en urgencias".
Maite Viadero, R4 de pediatría de la Residencia Cantabria, en Santander, lo tiene claro. "Hay series, como Hospital Central, en la que hay poca presencia de los residentes y la imagen que se da de ellos es un tanto ambigua. Sin embargo, en Anatomía de Grey los residentes aparecen como gente muy trabajadora, y en ocasiones la entrega y el gusto por su profesión se lleva hasta el extremo, llegando a desear que sucedan desgracias para tener trabajo".
Algo que Arana echa de menos es que los guionistas no colaboren en la educación sanitaria. "Estaría bien que en lugar de mostrar casos tan enrevesados, lanzaran mensajes divulgativos, por ejemplo sobre cómo bajar la fiebre a un niño, que es algo que muchos padres no saben hacer y sería muy útil. Así se lo dije en su día al suegro de Emilio Aragón, que era otorrino en nuestro hospital, para que lo tuviera en cuenta en su serie, Médico de familia, pero me temo que no sirvió de mucho".
Evolución
Lejos queda la imagen idílica que ofrecían series norteamericanas de los años 60 y 70, como Doctor Ganon o Marcus Welby, que provocaron una auténtica fiebre de vocaciones en la España del momento.
Ahora los médicos de moda son rudos, como el Vilches español o el House norteamericano, están inmersos en conflictos emocionales, como los personajes de Hospital Central y Anatomía de Grey, o son profesionales de éxito que han fracasado en su vida personal, como los cirujanos plásticos de A golpe de bisturí.
Pero los primeros síntomas de que los médicos estaban cayendo del pedestal los dio MASH, secuela televisiva de la película de cine que se caracterizaba por los ácidos comentarios de un variopinto grupo de cirujanos en un hospital de campaña en plena guerra de Corea.
Lo que peor llevan los profesionales españoles es que se ofrezca una imagen distorsionada de lo que debe ser el trato al paciente.
Insisten en que la rudeza de House no refleja el sistema sanitario tal y como es en España, ni la relación que se establece entre el médico y el paciente. Pero lo cierto es que este personaje cínico y casi sádico con sus enfermos causa furor entre los más jóvenes. En Oviedo, un grupo de recién licenciados que preparan el examen MIR dedica una de sus escasas pausas semanales en el estudio a reunirse para ver juntos la serie. "Un médico que sepa tanto como House no sirve de mucho si, como él, da al paciente un trato lamentable. Aun así, nos gusta por su ironía. Somos conscientes de que muchos casos clínicos son raros y muy poco realistas, pero nos parece entretenido", explica Mikel Ramos, uno de los estudiantes.
La complejidad de los casos se apoya en diálogos llenos de tecnicismos y un sinfín de sofisticadas pruebas diagnósticas. Esto quizá impresione a novatos y profanos, pero no a los más veteranos.
Juan Manuel Núñez Olarte, jefe de Paliativos también del Gregorio Marañón, contaba que ante la insistencia de su hijo una noche se sentó con él a ver la serie y cuando el protagonista preguntaba a su equipo el diagnóstico él contestó desde su sofá. "Mi hijo me miraba admirado y yo le tuve que explicar que cualquier médico bien preparado hubiera dicho lo mismo".
José Ramón Vázquez, médico de AP de Canarias y expresidente de Semfyc, explica que las series de más éxito son las que mayor contenido de ficción y despliegue tecnológico muestran. "Utilizan una medicina aparentemente compleja pero muy lineal de causa-efecto que no se da en la realidad. Esto produce que se generen expectativas en los encuentros con los médicos que luego no se cumplen, y los pacientes se desilusionan. Muchas veces hacen difícil distinguir realidad y ficción". De la misma opinión es Mikel Ramos, que cree que "influyen en la imagen que el paciente tiene del médico, hacen que se exija la perfección y no comprenden que los médicos también se equivocan".
Para Maite Viadero, la evolución de la imagen del médico es evidente: "Antes, la televisión presentaba a médicos más lejanos que estaban por encima de todo. Ahora todo es más cercano y se muestran ampliamente las relaciones personales que envuelven toda su vida". La consecuencia positiva de que la figura del médico esté tan presente en la vida diaria de todos es que la proximidad con el paciente es mucho mayor, pero "también sucede que hay mucha gente que acude a las consultas creyendo que saben sobre medicina por lo que han visto en la tele".
En ello está de acuerdo Vázquez, quien cree que se produce un conocimiento mesurado y descontextualizado que puede producir efectos adversos en el comportamiento del paciente respecto a las recomendaciones médicas.
Cercanía y vocación
Y no sólo producen todos los efectos antes mencionados. Vázquez opina que el impacto de estas series es tan amplio que llega a condicionar la práctica médica de jóvenes que aún están eligiendo profesión y acaban "tomando una decisión vocacional según una visión basada en la fantasía".
La cercanía con los personajes es otra de las sensaciones que emanan de estos productos televisivos. Buenos ejemplos de ella son Doctor en Alaska o Everwood. Curiosamente, en ambas series el protagonista es un médico generalista de pueblo que llega a ese puesto por caminos contrarios. El primero, un joven neoyorkino que recibe una beca que le obliga, muy a su pesar, a ejercer en un apartado pueblo siempre cubierto por la nieve. El segundo, un neurocirujano de éxito que al morir su esposa decide abrir un consultorio rural para reencontrarse con la medicina y con sus hijos.
En definitiva, sean realidad o ficción, hay médicos para todos los gustos.
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/entorno/es/desarrollo/697831.html
Pues sí, es un auténtico cachondeo. Yo ya me había ilusionado y todo..Miguel dijo:Gon,parece que los de telecinco nos han vuelto a tomar el pelo con la serie MIR....esto es un auténtico cachondeo,en fin...
Los de Tele5 llevan tomando el pelo con la serie "MIR" desde el primer episodio... es una serie denigrante... ¿por qué no hacen series de porteros de discoteca, o de carteros, o de dependientes de tienda? Podrían dejarnos un poco tranquilitos a los médicos, ¿no? Qué saturación.Miguel dijo:Gon,parece que los de telecinco nos han vuelto a tomar el pelo con la serie MIR....esto es un auténtico cachondeo,en fin...
Gon dijo:Hombre, no sé qué entenderás tú por poca audiencia (aunque te veo un poco exigente jajaja), pero superar los 3 millones de espectadores capítulo tras capítulo y andar rozando constantemente el 20% de share me parece una audiencia más que aceptable hoy en día. Sin olvidarnos de que el último capítulo de la 1ª temporada fue el programa más visto de la noche (y el cual, a mi entender, fue un CAPITULAZO con todas las letras).
Antena 3 prepara OTRA serie más médica. Protagonizada por Gonzalo de Castro (Gonzalo en 7 vidas)Sofi dijo:... ¿por qué no hacen series de porteros de discoteca, o de carteros, o de dependientes de tienda? Podrían dejarnos un poco tranquilitos a los médicos, ¿no? Qué saturación.
El sueño de su vida roto en pedazos. Caminar hacia una puerta que, cuando has llegado, se cierra de golpe. Reciclarse pasados los 40 años y comenzar una nueva vida. Es el argumento que Gonzalo de Castro interpreta en “Doc Martin”.
El actor dará vida a Martin Ellingham, un exitoso cirujano cuya carrera se ve truncada de pronto al comprobar que padece alergia a la sangre. Su vida se convierte en una noche eterna, porque, evidentemente, esa circunstancia le impide desarrollar su trabajo.
Sin embargo, una luz le permitirá empezar de cero. Martin Ellingham decide pedir el puesto de médico local en el pueblo donde pasaba sus vacaciones de niño y adolescente.
En la versión británica, este pueblo es Port Isaac, en el suroeste de Inglaterra. El rodaje de la serie significó para esta pequeña localidad una gran exposición mediática, que se tradujo en un gran aumento del turismo y la consiguiente ayuda a la economía local.
En España, Antena 3 está estudiando varias opciones, pero lo que es seguro es que se rodará en un lugar costero, ya que el mar tiene mucho protagonismo en la serie.
La idea de aislamiento, de romper con todo y tratar de encerrarse en un burbuja al margen de la sociedad que transmite la serie ha provocado, incluso, que se piense en las Islas Canarias (Hierro, por ejemplo) como lugar idóneo.
Fluimucil dijo:Antena 3 prepara OTRA serie más médica.