En ese contexto, el caracter abusivo se utiliza para referirse a las peticiones reiterativas a las que ya de ha dado respuesta anteriormente (que no sé si es el caso de Sara).
Yo trabajo en una institución parlamentaria donde entre otras muchas tareas, por cada petición o pregunta formulada por cualquier ciudadano se abre un expediente, para así garantizar que todas las peticiones se gestionan y responden adecuadamente. Pues bien, ha habido casos de personas que han enviado una petición, que se tramita, gestiona y responde en plazo, pero que como la respuesta no es de su agrado, vuelve a formular la misma petición, generando un nuevo expediente y toda su tramitación, con idéntico resultado, y vuelve a presentar la misma petición, así una y otra vez. En esos casos llega un momento en el que la
Administración se acoge a dicho artículo, porque por muchas veces que se repita la pregunta o la petición la respuesta será la misma, y lo único que consigue el ciudadano es entorpecer otras labores y que la carga de trabajo aumente injustificadamente.
Otro ejemplo: petición amparada en la Ley de Transparencia en la que piden datos del número de personas que se suben y se bajan al autobús en cada parada de autobús de cada línea de transporte público de una provincia, desagregado por meses del año y colectivo al que pertenecen. Evidentemente, todo está informatizado, por lo que esos datos existen, pero hacen falta muchas horas de trabajo para extraer y explotar esos datos, por lo que se requiere al solicitante que “limite” su petición, o incluso se le da la posibilidad de acudir en persona a las oficinas y se pone a su disposición un ordenador donde puede consultar toda la información que desee.