122. La prueba de «»chi cuadrado»» se puede utilizar para determinar:
1. El grado de asociación en variables cuantitativas
2. Comparación de medias en dos muestras.
3. La igualdad de varianzas en dos grupos.
4. El grado de asociación en variables cualitativas.
RC según el Ministerio: 4
ARGUMENTO PARA LA IMPUGNACIÓN:
Respuesta correcta: 4, pero también lo es 2.
Hay un caso particular de comparación de medias muestras en dos muestras que se puede llevar a cabo mediante una prueba ji cuadrado: cuando se trata de dos variables de Bernoulli. Por ejemplo, prevalencia de una enfermedad en dos grupos de sujetos. Este caso se puede interpretar como un contraste de igualdad de proporciones, que no son nada más que medias (asignando 1 a la enfermedad y 0 a la no enfermedad). La función prop.test de R realiza el contraste de igualdad de proporciones usando un test ji cuadrado, y no un test Z.
BIBLIOGRAFIA:
• Uo del test ji cuadrado para comparar proporciones: M.A. Martínez-González et al «Bioestadística Amigable» 3a edición (Elsevier 2104),Cáp. 5, pp 147-149
• Interpretación de proporciones como medias: íbidem, pp 149-152
123. El grosor del pliegue subcutáneo de grasa a nivel del tríceps se utiliza a veces para evaluar la cantidad de grasa corporal. Esta variable no se distribuye normalmente en las poblaciones. Queremos comparar el valor medio de esta variable en dos poblaciones que suponemos presentan distinta condición nutricional. La prueba estadística más adecuada para contrastar la hipótesis es:
1. La prueba de Mann-Whitney.
2. La prueba t de Student.
3. El cálculo del coeficiente de correlación de Pearson.
4. La prueba F de Snedecor.
RC según el Ministerio: 1
ARGUMENTO PARA LA IMPUGNACIÓN:
Respuesta correcta: 1, pero también lo es 2
Se trata de una comparación de medias de dos variables cuantitativas independientes que siguen distribuciones no normales. Lo correcto es usar el test no paramétrico de Mann-Whitney si las muestras son pequeñas, pero si las muestras son suficientemente grandes el Teorema Central del Límite permite usar la prueba t de Student y además en este caso puede tener mayor potencia que el test no paramétrico, por lo que sería más adecuado. Al no decir nada sobre el tamaño de las muestras, las dos respuestas deberían considerarse correctas.
Para no abusar con la bibliografía, en la segunda frase de la introducción Zimmerman (1987), el autor afirma que «[the t and F test] are scarcely affected by non-normality of population distributions» y cita 7 referencias para avalar dicha afirmación.
BIBLIOGRAFIA:
• E. Lehmann, J. Romano.»Testing Statistical Hypotheses»; 3rd edition. (Springer 2005), Sección 11.4
• M. Fay, M. Proschan, M. A. Wilcoxon-Mann-Whitney or t-test? On assumptions for hypothesis tests and multiple interpretations of decision rules. Statistics surveys (2010) 4, pp. 1-39
• D. Zimmerman. Comparative power of Student t test and Mann-Whitney U test for unequal sample sizes and variances. The Journal of Experimental Education, 55 (1987), pp171–174
125.En un estudio se comparó el tratamiento de pacientes diagnosticados de artritis reumatoide con un nuevo fármaco antirreumático frente al tratamiento estándar con metotrexato. El coste incremental del nuevo fármaco antirreumático fue de 28.000 euros por cada año de vida ajustado por calidad (AVAC) adicional ganado con respecto a metotrexato. Indique qué tipo de análisis farmacoeconómico se realizó:
1. Análisis de minimización de costes.
2. Análisis de coste-efectividad.
3. Análisis de coste-beneficio.
4. Análisis de coste-utilidad.
RC según el Ministerio: 4
ARGUMENTO PARA LA IMPUGNACIÓN:
Respuesta correcta: 4, pero también lo es 2
Los análisis de coste-utilidad son un caso particular de análisis de coste-efectividad, en los que el efecto se mide en términos de años de vida ajustado por calidad o por discapacidad. Por lo tanto, aunque la aparición de dicha «expresión clave» en el enunciado invita a responder 4, considero que se ha de entender que 2 también es correcta, ya que es un tipo de análisis que incluye el de coste-utilidad, de la misma manera que si el término «farmacoeconómico» no apareciera en el enunciado y sí como una respuesta posible, también debería considerarse correcta.
BIBLIOGRAFIA:
• Pinto-Prades, J. L., Puig-Junoy, J., & Ortún-Rubio, V. (2001). Análisis coste-utilidad. Atención primaria, 27(8), 569-573.
• Sacristán, J. A., Ortún, V., Rovira, J., Prieto, L., & García-Alonso, F. (2004). Evaluación económica en medicina. Medicina clínica, 122(10), 379-382. (página 380, columna 1, párrafo3)