Los intercambios clínicos entre estudiantes de Medicina se posicionan como una de las prácticas más solicitadas entre el alumnado, que ven en esta opción una oportunidad por acumular experiencia curricular y sobre todo la ocasión para nutrirse de la praxis médica profesional que se lleva a cabo en otros puntos geográficos del mundo. De hecho, para este curso 120 alumnos lo solicitaron, siendo tan solo 50 los estudiantes seleccionados. El problema, como expone la Asociación de Estudiantes de Medicina de Málaga (AEMMA), que la que busca estas prácticas en el exterior, surge por el reconocimiento de las mismas, ya que mientras que en otras universidades españolas, como Valencia, se convalidan por créditos de optativas y se incluye en el currículum interno profesional de cada estudiante de Medicina, en el caso de la Universidad de Málaga, apenas se tiene en cuenta. Tan solo se les entrega un título acreditado por The International Federation of Medical Students Associations (IFMSA).
La AEMMA, que hasta el momento no ha hecho ninguna queja oficial al respecto, ni ante el decano de la Facultad de Medicina de Málaga, José Pablo Lara, ni ante la Universidad de Málaga como institución, trabaja desde principios de año, junto al resto de asociaciones estudiantiles de Medicina de España, en la recopilación de los documentos de las facultades en donde ya se convalidan los intercambios clínicos, para establecer a nivel nacional los convenios de reconocimiento con las respectivas facultades o universidades, según la comunidad autónoma. «Una vez se gestione todo, se intentará crear un informe común para todas las facultades de Medicina que se enviará a los decanos, con la intención de homogeneizar las convalidaciones, y que sea igualitario en toda España», argumentó el vicepresidente de la Asociación de Estudiantes de Málaga, Jorge Gutiérrez Naranjo.
Con este informe, los estudiantes de Medicina pretenden, no solo obtener créditos de asignaturas optativas como ya se hace en algunos centros, sino lo más importante para ellos, la aparición de esa experiencia en su currículum profesional.
Los estudiantes de Medicina, a diferencia del resto de alumnos de cualquier otra disciplina académica, disponen de un currículum que no elaboran ellos mismos sino que corre a cargo de la Universidad o facultad en la que estudien, según el caso, y el Ministerio de Sanidad. «No podemos poner los títulos o prácticas que hagamos por nuestra cuenta, sino que deben estar reconocidos por la Universidad o el Ministerio de Sanidad, y que así se puedan tener en cuenta por ejemplo, en una bolsa de trabajo», matiza la coordinadora de intercambios clínicos de la AEMMA, Sofía Victoria Cortiña. Ello supone un factor clave, ya que en muchos países como Dinamarca o Noruega, la opciones para alcanzar un puesto de trabajo en sus sistemas de salud, se basan en la experiencia del profesional.
Los intercambios clínicos suelen ser bilaterales entre países. Se reparten en una reunión nacional entre las distintas delegaciones de estudiantes de Medicina del país con la intención de que salgan al extranjero tantos alumnos como se reciban. Polonia, Italia, Austria, Finlandia, Holanda o México son algunos de los destinos a los que van los alumnos de la UMA.
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