El examen MIR (médico interno residente) es aquel exigido a médicos, españoles o extranjeros, para acceder a una plaza de médico especialista en formación. El programa de formación dura entre cuatro y cinco años. En la actualidad, es imprescindible para obtener el Título de Médico Especialista y ejercer la medicina en cualquiera de las instituciones del Sistema Nacional de Salud. El examen MIR se convoca anualmente sobre el mes de enero. Esta es una guía sobre el MIR y sobre cómo un día de examen puede cambiar el carácter de seis meses de nuestra vida.
Hay cosas que nos pasan a todos mientras estamos estudiando el MIR. Si no tienes a nadie con quien comentarlas, llegarás a pensar que eres un bicho raro. En realidad, lo serías si no te ocurrieran: tranquilo/a, cualquier cosa extraña que te pase es normal. Vamos a comentar las más frecuentes:
Habrá días en que te levantes pensando en dejarlo todo, llenar una mochila e irte a África (o a cualquier lugar lejano donde no conozcan el significado de la palabra MIR). Otros te levantarás llorando y creyendo que no vales nada, que la carrera te la deben de haber regalado o debes de haber estudiado una equivocada. Te sientes la persona más ignorante del mundo porque un puñetero cuadro (que a tu juicio es crucial para sacar el examen) que estudiaste ayer ya se te ha olvidado. Otro día recordarás no se qué chorrada de nombre y te creerás la persona más inteligente del mundo (esto no te pasará tan a menudo como lo anterior, pero es igual de peligroso).
Lo importante es:
-Creer en el trabajo diario que llevas haciendo durante meses (años incluso); así que, si un día o una semana no puedes estudiar, no te estreses, ni intentes compensarlo dejando de dormir, comer o relacionarte con seres humanos.
-Seguir una rutina de trabajo: si en ella se incluye ver un rato la tele después de comer, ir al gimnasio o tomar un café con los amigos, sigue haciéndolo hasta el último día.
-Créete que puedes, porque puedes: los estudiantes de medicina ya hemos sufrido la criba de la selectividad y la carrera. Todos los que acabamos la carrera podemos sacar una buena plaza en el MIR (a lo mejor no todos podemos sacar el número 100, pero sí estar entre los 1000 primeros, ¡tú también!).
– No te eches nunca nada en cara. No vale eso de: “si aquel día no hubiera salido o aquel otro no me hubiera quedado viendo una peli…” Piensa en la gente de tu alrededor: ¿puedes decirme alguien que haya hecho tantos sacrificios como tú?, ¿que haya dicho tantas veces “no puedo, tengo que estudiar”?, ¿que se haya perdido tantas cosas? Así que, si un fin de semana sales y el domingo estás hecho una piltrafa, es porque te lo mereces y no pasa absolutamente nada. La culpabilidad sólo sirve para distraer neuronas en pensamientos inútiles.
Autoría: Eva
Revisado por: Silvia_C — Abril 2007.