El examen MIR de 2014 ha sido una prueba equilibrada que cualquier estudiante con una buena formación podrá aprobar, aunque el profesorado reconoce que el nivel de dificultad ha sido bastante alto. Así se lo ha explicado a GM Pilar Díaz, presidenta del Grupo CTO, quien matizó que, como todos los años, se escucha entre los alumnos que el examen ha sido muy complejo, pero es normal cuando se trata de personas que se presentan por primera vez a una oposición, pues requiere mucho tiempo de dedicación, motivo por el cual preparan a sus alumnos durante 16 meses para que sean capaces de salir airosos de ese reto.
Este año no ha habido cambios drásticos en la prueba, sino que la estructura se ha mantenido con el mismo patrón que el año pasado. Como novedad, destacan algunas cuestiones sobre imágenes clínicas que preguntaban por estadísticas y, como cada año, se van cambiando los recursos para intentar que no se repitan las preguntas.
Además, se incrementan las cuestiones en formato de caso clínico.
En cuanto a las especialidades con más cómputo de preguntas, coinciden con otros años, algunas de Medicina Interna como Cardiología y Digestivo, además de Estadística y Epidemiología.
Asimismo, Díaz afirmó que muchos de sus estudiantes les han referido que el MIR ha sido «como un simulacro más» lo los muchos a los que se enfrentan en el momento en el que preparan la prueba, que pretenden ser réplicas lo más parecidas posible al examen oficial.
Cada año hay temáticas que están más de actualidad y, por eso, tienen una presencia mayor, en función de los congresos científicos y simposios a nivel nacional e internacional. Siempre hay alguna novedad o alguna pregunta que puede sorprender, pero son pocas por el propio objetivo de la prueba, que pretende evaluar a médicos generales. «Sí es cierto que hay alguna cuestión que hasta a un especialista le podría resultar un poco compleja, que sí está por encima del nivel de un médico general y de un estudiante», apostilló para añadir que ese tipo de cuestiones «son rarezas». Fueron un total de 225 preguntas más otras 10 de reserva para la fase de impugnación al ministerio, y hay que realizarlo en cinco horas, por lo que el estudiante tiene apenas un minuto de tiempo para dar lectura a cada una de ellas
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