Dentro de una semana conoceremos cómo ha sido el examen MIR de la convocatoria 2013/2014. Las dos anteriores pruebas (las celebradas en 2012 y 2013) fueron las más fáciles de los últimos cuatro años desde que cambió el formato en la convocatoria 2009/2010, que pasó de 250 preguntas a 225 y a incluir imágenes.
El grado de dificultad se ha medido teniendo en cuenta las notas conseguidas por los 10 mejores alumnos, que obtuvieron una puntuación media en el examen del año pasado de un 581,6, es decir, 194 netas. En 2011, que fue la convocatoria más complicada, las netas bajaron a 183,07, una puntuación de 549,2 de media entre los 10 mejores exámenes.
Un examen más fácil en general, como el de la convocatoria pasada, en un principio es menos útil para discriminar a los aspirantes por conocimientos, aunque se introducen preguntas más complicadas para que los alumnos más brillantes destaquen. La nota del examen tiene un peso decisivo a la hora de obtener el número de orden, en concreto, un 90 por ciento; aunque el factor baremo académico (10 por ciento) gana importancia a medida que el examen pierde utilidad para discriminar y los aspirantes están más ‘apretados’ en la lista.
Extensión
A pesar de haber sido el examen más fácil, el del año pasado se caracterizó por su larga extensión. En cuanto a los caracteres que contenía, fueron 133.435 según los análisis de las academias de preparación al MIR. El de 2011 aún fue más largo, con 141.634 caracteres. Los de 2010 y 2012 tuvieron respectivamente 126.117 y 133.270 caracteres
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