Llegó la hora de hacer el examen MIR. Nos enfrentamos a un examen que va a marcar nuestro futuro laboral. Dependiendo de la nota que saquemos, seremos capaces de escoger cierta especialidad en cierta ciudad. Lo hemos estudiado durante muchos meses. Sin embargo, eso no nos garantiza el éxito, hay una serie de elementos que influyen a la hora de la realización del mismo. Tenemos los conocimientos necesarios para afrontarlos, pero eso hay que reflejarlo en una hoja de respuestas, es lo único que contará a la hora de la verdad. Por ello, os quiero dar una serie de consejos que me fueron útiles a la hora de realizar el examen MIR.
1) Relajarte antes de realizar el examen. No es recomendable estudiar el mismo día del examen, incluso la tarde-noche antes del mismo. El beneficio que sacas estudiando una pequeña parte del temario en tan poco tiempo es peor que los perjuicios que ocasiona; más preocupación, nerviosismo, y dificultades para conciliar el sueño (importante a la hora de estar concentrado al día siguiente). Puedes salir a pasear o de compras, charlar con tus amigos o pareja, ver una película o una serie, escuchar música o bailar… Cualquier actividad que te aleje de pensar en la prueba es útil para lograr esa relajación tan necesaria e infravalorada.
2) Comprobar que tienes todo el material necesario antes de ir al examen. El detalle más banal puede acarrear resultados absolutamente desastrosos: no poder realizar al examen. Haz una lista con todas las cosas que son necesarias, y una por una ve tachándolas de tu propia check-list. Documento de identificación personal (DNI/NIE/pasaporte), bolígrafos que escriban el mismo día (llevar de reserva), bebidas como agua (con tapón preferiblemente), chocolatinas/caramelos, clips para fijar la hoja de respuesta, tus amuletos de la suerte, etc. Asegúrate cien veces que antes de salir de casa llevas todo lo imprescindible. Además, procura no llevar lo que no necesites; demasiados elementos innecesarios, y especialmente si tienen un valor personal o económico, sobran.
3) Acudir con antelación al examen: No vayas pegado por hora por dos razones. La primera, no tener disgustos de imprevistos que puedan surgir en el camino o mala planificación del tiempo hasta llegar al lugar del examen. Lo segundo, porque ir anticipadamente te ayudará a relajarte. Hablar con compañeros que están pasando tu misma situación, compartir vivencias, echar unas risas recordando momentos, te alivia mucho a la hora de entrar. Otra cosa que me ayudó fue escuchar música por el camino (con cuidado de no tener un accidente, claro). Por supuesto, días antes de ir al examen es importante que tengáis localizado el lugar de realización del mismo: sala exacta, ubicación de los baños, orientación dentro del edificio… Así el día del examen todo te será más sencillo.
4) Controlar la vejiga. Estamos hablando de un examen de muchas horas de realización, y no deja de ser una situación de estrés que puede jugarte una mala pasada. Es más que recomendable ir al servicio justo antes de entrar en el examen. Durante el mismo, puedes ir todas las veces que lo necesites, pero ten en cuenta que eso te hace perder tiempo y concentración, así que hay que ir solamente las justas y necesarias. Si habéis realizado simulacros de examen os habréis dado cuenta de aproximadamente en qué minuto es necesario hacerlo. Si no, es mejor dilatarlo lo máximo posible para evitar ir menos veces, o bien cuando estéis agotados mentalmente y necesitéis un breve respiro.
5) Seguir todas las indicaciones que te dan los interventores. Empezando por la llamada por orden de lista (procurar estar lo más adelante posible, con DNI en mano cuando empiecen a llamar). Sentarte donde te indiquen, y dejar fuera todo aquello innecesario (si llevarais móvil, apagadlo). Comprobar en la mesa que tienes todos los materiales que habíamos previsto en el apartado 2. Comprobar la adecuada entrega de los elementos del examen (cuaderno de examen, de imágenes, hoja de respuestas –comprobar que el número de modelo de examen coincide entre cuadernos y hojas de respuesta, que vuestros datos personales están bien escritos –) y de cualquier otro tipo de documentación que se aplique cada año.
6) Concentrarte en lo que estás haciendo sin fijarte en lo que tienes alrededor. Tu examen es tu examen, actúa como si estuvieras encerrado en una habitación haciéndolo tú solo. Concéntrate en él, e ignora todo lo que tienes alrededor. Veréis a gente que sale afuera muchas veces, al compañero de al lado que da toquecitos en la mesa, a algunos que abandonan el examen a las tres horas de empezar a hacerlo, cómo se va vaciando la sala mientras tú te quedas, o ver que lo has acabado y el resto siguen… Abstráete de todo ello.
7) Aplicar las técnicas de examen. Son trucos que habéis adquirido en simulacros previos. Hay montones de técnicas que podéis aplicar para ayudar a obtener un mejor rendimiento, sin olvidar los conocimientos que habéis interiorizado. Algunas de las que más me ayudaron fueron identificar los bloques de especialidades en el examen, sabiendo donde empiezan y acaban porque os puede ayudar a discernir la respuesta de una pregunta sabiendo de qué bloque es; subrayar las palabras clave de un texto enorme; en un texto largo empezar a leer el final porque puede que la pregunta venga solo en ese apartado; los sospechosos “siempre” y “nunca”…
En definitiva, hay montones de estrategias que podéis aplicar. No olvidar las “vueltas del examen”. Contestar las preguntas en la hoja de respuestas que estéis seguros, y dejar para sucesivas vueltas las que dudáis. Al final del examen probablemente os queden aquellas que son más difíciles de resolver por no tener ni idea o por tener un gran dilema. En general, en mi caso pienso que estadísticamente es más ventajoso contestar una pregunta que no hacerlo. Aún así, cada persona tiene su propio criterio y ve que es más ventajoso hacer una u otra cosa.
8) Controlar el tiempo. No ser nunca negativo con este apartado. En los simulacros previos habréis calculado aproximadamente en qué pregunta tenéis que estar en cierto minuto exacto, y por ahí podéis guiaros y tener tiempo de sobra para solventar todo. De todas formas, pensar que cada pregunta es de su mundo y tiene diferente dificultad. Puede que en un bloque te hayas atascado un poco más o sean preguntas más largas y te hayas retrasado, siempre vendrán preguntas más sencillas o cortas con las que compensarás esa pérdida de tiempo.
No os agobiéis demasiado con el tiempo, pero cuidad que no os quedéis sin él. Si hace falta acelerar hay que acelerar, si hace falta frenar para pensar más una pregunta se frena. Pero tampoco os atasquéis demasiado tiempo pensando una pregunta que dudáis mucho; marcad aquellas opciones que os parezcan y seguid adelante. 234 preguntas tienen más importancia que 1.
9) Solventar los momentos complicados. En todo examen, por mucho que queramos evitarlos, siempre los hay. Si ves que hay un punto en el que estás bloqueado, te ves cansado, ves que la presión y los nervios pueden contigo… cierra los ojos unos segundos y cuenta hasta diez. No cuesta nada, con ello te tranquilizas, y verás mucho más claro lo que tienes frente a ti. Otro aspecto es lo de las preguntas en blanco comentado anteriormente; puede que tengas una racha de dejar preguntas en blanco que no sepas responder y luego lo visualices así en la hoja de examen; no te preocupes. Es algo que siempre nos ha pasado fruto de los nervios y las prisas controlando el tiempo.
10) No dar importancia a lo que estás haciendo. Es uno de los consejos más importantes, y más difíciles de conseguir. No sacar plaza no es el fin del mundo, cada año hay una nueva oportunidad y es algo que le pasa a muchas personas. Aunque no saques la especialidad que te gustaría, puede que haya otra que te sorprenda más de lo que pensabas. Porque ante todo, serás médico antes que especialista. Dale la importancia que tiene, pero no es la clave de todo.
Muchos veréis cómo el mismo día del examen no estaréis nerviosos como en un examen de facultad. Es una sensación diferente. Simplemente entraréis en un estado de tensa calma, de una tranquilidad que ciertamente os sorprenderá. Solamente cuando hayáis terminado todo, os daréis cuenta de hasta qué punto habíais estado en tensión que liberareis al exterior. Algunos con rabia, otros con inmensa alegría, otros lloraréis emocionados…
Dicho esto, cualquier cosa que queráis comentar siempre tenéis disponible hacerlo abajo. ¡Estaré encantado de leer vuestros comentarios! Mucha suerte a todos aquellos que os presentéis este año. Vosotros podéis con todo. ¡Ánimo!
Un saludo, Víctor.