Impactantes imágenes las que hemos visto esta semana de cientos de cadáveres hacinados en las instalaciones del Departamento de Anatomía y Embriología II de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Según el diario El Mundo, que destapó la noticia, nada menos que 250 cuerpos donados a la ciencia se encontraban acumulados en esa dependencia, sin control ni higiene.
Ante este escalofriante hecho, este medio ha preguntado al decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz, Antonio Lorenzo, por el número de restos cadavéricos de los que dispone el centro universitario y la situación en la que se encuentran. El decano, a quienes las imágenes les ha «sorprendido», asegura que en la Facultad de Medicina no hay «ninguna cámara de los horrores». Los 12 cuerpos de los que dispone actualmente la Facultad se conservan «en tres neveras, dos de tamaño grande y una mediana», y apunta que hay espacio suficiente en ellas para dar cabida a todos esos restos humanos.
Además, informa de que el centro universitario cuenta con un protocolo que se activa cada vez que reciben un nuevo cadáver donado para la actividad formativa y la investigación, y así ese cuerpo queda registrado y se establece un control del mismo.
No entiende Lorenzo cómo se ha podido llegar a esa situación en la Facultad de Medicina de la Complutense, que incluso ha supuesto un riesgo para la salud de los trabajadores del centro. El decano prefiere no precisar un tiempo de utilización de los restos humanos, ya que depende del estado de conservación de cada uno. Pero sí indica que una vez que consideran que han cumplido con la función para la que fueron donados a la Facultad, «se procede a su incineración».
Actualmente, son 12 los cuerpos con los que trabajan en la sala de disección los alumnos que estudian Medicina en la capital gaditana. Una cifra que el profesor titular considera «suficiente». Hay que recordar que en el año 2005 este periódico publicó una información sobre el escaso número de cadáveres con los que contaba la Facultad para realizar las prácticas de Anatomía: sólo tres, y uno de ellos muy deteriorado. Ya en ese momento, el entonces director del Departamento de Anatomía y Embriología Humana del centro, José María de Castro Romero, explicó que, dada la carencia de material cadavérico, los estudiantes no podían participar activamente en las prácticas, es decir, no realizaban las disecciones, sino que eran los docentes quienes diseccionaban una región corporal y luego la mostraban al alumnado para que la identificara y trabajara con ella.
Afortunadamente, las cosas han cambiado y el centro cuenta con más restos humanos -y en mejor estado de conversación- destinados a la formación de los futuros doctores.
La Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz, la más antigua de España, conserva modelos franceses de cera -con más de doscientos años de antigüedad- de gran calidad y superiores en detalles que los modelos actuales, aunque el inconveniente que presentan esas ‘piezas de arte’ es que no se pueden tocar puesto que se deteriorarían, por lo que no se utilizan en las clases prácticas.
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